martes, 7 de febrero de 2017

Casa de Salud en Concepción, martes 7 de Febrero.


Casa de Salud en Concepción, martes 7 de Febrero.

1
Cuando la Casa no está abierta. Y el merecido descanso es furtivo. Y los caseros son cazados en pasillos por fantasmas y por el fantasma de sí mismos. Tentando la mano de un dios con dulces cebos en agudo anzuelo. Motivo de risas es la fiesta interna cuando el silencio derriba los salones antes llenos de estruendo y danza. Y luego junto al mar que es la muerte, junto al mar padre de  la vida, danzar ebrio mientras el Sol del domingo se ahoga.  Y hasta la medianoche  danzar con el Lucero de la Tarde mirándose a los ojos ebrios.  
Cuando la Casa no está abierta y el espiral en la concha del caracol gira hacia dentro y la amistad pulsa cuerdas de guitarra y entona con voz queda las viejas canciones y un río lento inunda nuestras habitaciones con un caudal tornasolado.  Cazador cazado por la Casa.

2
Aún reserva tesoros el denostado lunes, lunes azul de búsquedas en laberintos y galerías, lunes azul a la sombra de la encina cubierta de hiedra en el cerro de la UdeC. El árbol del mundo, patíbulo del dios, rama recta sobre el abismo, esperando la soga de la horca. Y un viaje a través de las constelaciones del cielo, el largo viaje de la luz a través de la eterna noche, nuestro viaje, agarrado de tu pelo. Y ahí sólo resta bailar y brindar solo, un poco más, sólo un poco, para agradecer tanta fortuna: el buen viento, la corriente favorable, el clima templado, el favor de los dioses, el color de tus ojos, la tragedia de la vida, la certeza de la muerte, la silueta lejana de una isla.  

3
Entre 1809 y 1811, Ludwig van Beethoven escribió el último de sus conciertos para piano, conocido como El Emperador, para su patrono y alumno, el Archiduque Rodolfo de Austria. La estructura trina de la sonata desarrolla mediante el diálogo del piano solista y la orquesta un periplo majestuoso y triunfante a través de una oscura y estrellada atmósfera nocturna. Es el viaje del Sol bajo el mar, su muerte y renacer.
Durante la Segunda Guerra Mundial la Radio Alemana realizó cerca de 300 grabaciones de las cuales sobrevivieron sólo 3. Una de ellas, el Concierto Emperador de Beethoven, es una de las primeras grabaciones estéreo en cinta magnética de la historia. En este registro de 1944 o 1945, durante los muchos pasajes silenciosos de la obra, es posible escuchar el ruido de la artillería antiaérea, el fragor de una batalla, el horror de la guerra, el canto inaudible de la muda muerte, el estruendoso sonido del tiempo inaudible.