miércoles, 21 de febrero de 2018

PRESAGIOS Y DESCARGOS. Mayo 2017.

UN SUEÑO FUNESTO

1
Soñé que  una hermosa adolescente del oriente/ Conquistaba mi corazón con dulces encantos/
Sólo para mostrarme su belleza terrible/Pues ella era la blanca diosa de la Muerte./


Cuando mi amor fue total, me dejó desolado/ La fría víspera de una noche de tormenta/
Y en mi sueño la buscaba con  amor eterno/ Pese a que ella me perseguía para matarme.


Sueño funesto después de aquel sereno día/ Cuando nuestros cuerpos se abrazaron hasta el alma/
Y el Amor nos reveló su sereno misterio.


Al despertar, un viento de muerte con su lanza / Nos separó y de mi pecho brotó el incendio/
De mis lágrimas quemando un último abrazo.


2
Una noche perdidos en un bosque oscuro/ con alivio nuestros ciegos pasos se encontraron/
y la luz de otros ojos nos mostraron la senda / capaz de guiarnos hacia nuevas alboradas.


Así es para mí cómo tú y yo nos conocemos/ no por azar pues todo accidente fue el destino/
o el sentido que supo coronar cada historia/ sin capricho sólo el sentido llegó a nosotros.


Yo no temo a la soledad que me ha conducido/ con timón estricto hasta este remoto punto/
el cielo sabe que agradezco su leal guía.


Así mismo  los dioses saben que  me enamoro/ sólo cuando alguien camina cantando a mi lado/
por un instante en este océano infinito.


3
Tan solitario y fantasmal ha sido mi viaje
Verdaderamente pero así me justifico
Que allí donde voy mi luz proyecta tales sombras
Que tormentas nocturnas a todos nos sumergen


Viejos son los pactos que he firmado con el diablo
Y con la muerte somos cónyuges divorciados
Ambos me aman porque saben que sólo yo puedo
Iluminarlos con el amor que hay en mi pecho


Y así yo voy espantando todo lo que adoro
Como una ventana abierta sobre un abismo
Que aunque también teme libera pues nunca miente


Bella mentira  pero así el arado en la tierra
Todo lo destruye surcando para que surja
Quizás la vida, si quiere el cielo y todos sufren.




REMEMBRANZA


Recuerdo la tarde que subimos el cerro
Y juntos aspiramos la fragancia del bosque
Y del aire tomamos aquella medicina
Que es la droga y el veneno mas salutífero
Que el laboratorio alquimico de nuestros cuerpos
Espontáneamente crea por naturaleza
Según la ley de transformación, a dios doy gracias
Pues cuando dices que tu camino no es el mío
Ambos sabemos que eso tan sólo significa
Que ya no es conmigo con quien caminar tú quieres
Quizás porque mis pasos conducen a un abismo
Quizás porque tu abismo rehúsa con prudencia
Cualquier senda que tus propios pasos no crearon



LA EPIFANÍA EN EL DOLOR


Dicho esto, vengan más descargos pero en verso
Que la mitad de las canciones son las respuestas
Que el amante ensaya imaginariamente
Resolviendo el enigma que todo amor impone


Al punto entonces: celebro tu juego maestro
Jaque mate estricto, el cariño más severo
No eres tú, soy yo, dices y con amor me mientes
No eres tú la estancada: yo fundé este pantano


Soy yo quien faltándome el respeto te lo falto
Sin pecado culpa ni remordimiento digo
Pero si mi amor no puede cuidarme a mí mismo
Cómo podrá ser digno de los tesoros del tuyo


Mi corazón te contrata pues me despediste

No esperaban menos de sus hormas mis zapatos


SEÑALES Y PRODIGIOS DE LA CIUDAD DE LOS CÉSARES

SEÑALES Y PRODIGIOS DE LA CIUDAD DE LOS CÉSARES


Un niño corre asustado hacia una puerta, que abre para entrar en un pequeño salón con ventanales a ambos costados, a través de los cuales se ve el mar. Comprendemos que se trata de un barco hundiéndose. Los ventanales explotan por la presión. El niño intenta huir pero es alcanzado por el agua que penetra violentamente y lo arrastra fuera de la nave. El niño intenta nadar hacia la superficie desesperadamente, mientras el barco se hunde y lo rodean peces, lobos marinos, orcas, ballenas y delfines, primero, pero que en una segunda mirada son antropomorfos, como sirenas y tritones, y juegan con él, impulsandolo, ora hacia la superficie- donde brilla lejano el sol- ora hacia el fondo. El niño se asusta, se ahoga y se desmaya.

El niño emerge abruptamente con una gran inhalación, semi ahogado, en la pileta redonda en el medio de una plaza, en el centro de una ciudad antigua de Chile, de aquellas con plano de damero. Las calles que circunvalan la plaza están desiertas de gente y son canales. En una de ellas, al costado de la plaza, esta anclado el barco que antes se hundía, rodeado por la tripulación. El niño corre hacia ellos y observa que los ventanales del barco, antes rotos, estan reparados. El niño mira asombrado, la tripulacion rie. De entre ellos, avanza el capitan, un hombre barbudo y tuerto vestido a la moda del siglo xvi. Desenvaina su espada y con ella toca el barco: este se encoje hasta ser muy pequeño. Lo toma con su mano y lo pone en las manos del niño. El capitan y la tripulación desaparecen.

SILVA INCONCLUSA Y ENDECASÍLABOS INVERNALES. Mayo 2017.

SILVA INCONCLUSA Y ENDECASÍLABOS INVERNALES

Mis recuerdos primeros son un valle
Vasto y fèrtil, rodeado de montañas
Las cumbres màs altas del nuevo mundo
Y màs antiguas que el mundo, los Andes

Nadie conoce cuàndo
Por vez primera los hombres llegaron
A este rincòn remoto
O si brotaron cual musgo del suelo
O si los dioses cayeron del cielo
Y animales amaron
Y en ellos engendraron
A nuestros ancestros divinos monstruos


En materia de mitos
El divino sentido del humor
Prefiere mi alma espontàneamente
Aburridos artistas son los dioses
Asì nos cuenta Snorri
Con àrboles caìdos
Hicieron leña, el humano mundo
Hembra y macho, por igual diferentes


Al que hace medio milenio mis padres
Con sus ruedas y espadas
Llegaran por mar en sus barcos
Tras larga travesìa
Con la blanca muerte como piloto










31 mayo
Una nueva luna crece en un cielo
Frío y azul: el invierno comienza
Su danza de espadas. La tierra gira
Los fresnos de calle Brasil con dagas
Sobre la tierra sumida en un sueño.
Lejos del sol dorado de esos días
Cuando todo se incendiaba de vida
Y el mar apenas refrescaba tanta
Amable fiebre y visiones de gloria.
Pero esta noche el año se congela
Y el sol despierta en lecho de escarcha.
Y solo los fuegos que atesoramos
En nuestros negros refugios de invierno
Nos recuerdan el sol que en nuestros pechos.

Seguirá brillando toda la noche.

"Brotes primaverales de un árbol viejo¨ 25 Agosto 2017.

"Brotes primaverales de un árbol viejo¨. Mi amado Johann Wolfgang von Goethe, príncipe de los poetas, amado e insufrible, al menos para mí y para Harry Haller, el Lobo Estepario de Hermann Hesse, es imposible de presentar apropiadamente. Sólo en lo personal le agradezco la Teoría del Color que aún ocupo y el Fausto con su Margarita y su Mefistófeles -Divina Comedia aún actual, no superada- . Y el Werther (foto de perfil del Poeta Mortal), una novela fundacional del romanticismo que relata las Penurias, Cuitas y Peras de un joven poeta suicida, que en una elegante quinta edición de bolsillo de Aguilar del 67, con traducción de Cansino Assens, constituye uno de los muy escasos y bien valiosos bienes que me legó mi padre, un hombre a quien tuve la fortuna de conocer después de muerto. Sigfrido, no otro fue su nombre, murió en Brasil a los 41 o 42, mi edad actual, víctima de un crimen perfecto o de un suicidio inconsciente. Hace una semana nos volvimos a conocer con mi hijo, Bastian, hoy de 15 años, que encontrará en esta nota más información de la que aquí cabe revelar y de la que hoy quizás puede develar. Comparto mi alegría y mi espanto, amor fati: yo no morí ni me suicidé, tampoco mi hijo, pero el espíritu inmanente trasciende, literal, las generaciones, como don y tara. Goethe tampoco murió joven y no lo hizo quizás merced a escribir el Werther, tal como otros sobrevivimos fatalmente a la amarga adolescencia escribiendo y leyendo un Demian o un Werther. En 1829, a los 80 años y dos años antes de morir, Goethe escribió este iluminado poema, Vermächtnis, El Legado, cuya primera estrofa ya es suficiente enjundia. La traducción que comparto supongo es de Otto Dörr, psiquiatra chileno, que escribió un notable ensayo al respecto en sólo 15 páginas, y que también ha escrito con poesía y verdad, pero no sin ímpetu y tormenta, acerca de otro vate entrañable para mi corazón, Rainer Maria Rilke, quien nos enseñó que todo ángel es terrible, que la belleza es el primer peldaño del horror, o a la inversam que, nuestro amigo imaginario, lo divinoy demoniaco, se delata por sus demasiado humanas manos y que el único equipaje mundano que el barquero Aqueronte nos tolerará con gusto al cruzar el río Estigia rumbo al Hades será una palabra: quizás "azul", o "fuente". Qué palabra cargaremos?.La que sea: quizás un jovial "conchetumadre" nos despida y honre en las sombras. En mis sueños, como en los del protagonista de la novela de Hesse, los artistas del "pasado" viven y son nuestros amigos, tan reales, hermosos y horrendos como nuestros amigos contemporáneos son, esos en cuya compañía el Eterno Retorno se vuelve soportable. Encaro y resuelvo mi pudor al hablar de cosas tan íntimas en plena calle, o sea esta red social, porque quiero y puedo, y por obra y gracia de una ebriedad transubstanciada. Y me disculpo mas me autorizo cuando recuerdo que, incluso el ladrón, el paco, el mendigo, el predicador, el comerciante ambulante, el loco o el músico callejero asumen, primero ellos y de algún modo más honesto que fariseos, filisteos, flaneurs, victimizados victimarios,y alienados alienantes, la responsabilidad voluntaria, que significa ser uno mismo, o alguien, el que fuere, y que semejante decisión y estupidez es naturaleza y maldición sagrada, hasta entender en el cuerpo que eso es ser todos y ser nadie, nada. Ser sólo, tan sólo ser, otro hilo más del tejido eterno e infinito que nos ata a todos los seres, pero en el cual también somos la aguja que teje la trama. Compartir, legar y morir: empiezo a hacerlo adrede ahora porque puedo, quiero y amerito, con la agonía más digna y larga que quiera y pueda. Pero es que nadie muere, y nadie debiera de no decidirlo, pues todos siempre somos y estamos y a la vez nunca estuvimos. Morir es el clímax del chiste fome del universo múltiple. La resolución es lo opuesto o entonces y por tanto, el chiste en sí: la gracia, tan paulina y luterana, pero lo que da sabor al retruécano absurdo. Así, cuando Nietzsche mata a Dios es teofanía y auténtica inspiración divina: es la divinidad misma quien se suicida sabiendo que su destino es renacer. Cristo es también Judas, Pilatos y Magdalena, id est, el Anticristo, tal como Fausto es Wagner, Margarita y Mefistofeles, o Werther es Lotte, Wilhelm pero también el infausto y soso Alberto. La sombra divina, el demonio, que bajo el célebre bigote se descarga y delata con aquella frase, menos conocida, no menos verdadera: "no fui yo quien lo mató, yo lo encontré muerto". Anunciar con arrogancia la superación del hombre y sucumbir a la locura en el abrazo a un caballo castigado. Es que: "Kein Wesen kann zur nichts zerfallen". Caer hacia lo alto, descender hasta los cielos. Teología dionisíaca y Fragmentos de una Rama Infinita.
El legado
¡Ningún ser puede desintegrarse hacia la nada!
Pues lo eterno vive y se prolonga en cada uno.
¡Feliz mantente entonces en el Ser!
Él es eterno, porque las leyes
conservan los tesoros vivos
con los cuales se alhaja el universo.
Lo verdadero fue encontrado hace ya tiempo
y ha unido a los espíritus más nobles.
¡Toma las verdades más antiguas!
Hijos de la tierra, agradeced al sabio
que a ella y a su hermana
señaló el camino alrededor del sol.
Ahora, vuelve de inmediato a tu interior:
es allí donde encontrarás el centro
del que no puede dudar ningún ser noble.
Ahí no echarás de menos regla alguna,
porque la conciencia, autónoma,
es como el sol para el día de tus costumbres.
Entonces tienes que confiar en los sentidos,
porque ellos no te dejarán mirar lo falso,
si es que tu espíritu te mantiene despierto.
Con mirada nueva observa tú con alegría,
mientras paseas, seguro y ágil, por los prados
de un mundo colmado de riquezas.
Goza con moderación lo pleno y lo bendito
y que la razón esté siempre y en todas partes a la mano,
allí donde la vida se alegra de la vida.
Porque el pasado permanece,
el futuro, vivo, se anticipa
y el momento es una eternidad.
Imagen: "Erscheinung des Erdgeistes", Aparición del Espíritu de la Tierra. Ilustración de una escena del Fausto por la propia mano de Goethe(1810-12 o 1819)

Resultado de imagen para goethe zeichnungen faust

TROVA CLUS. 19 Mayo 2017.

El águila del Sacro Imperio que fundó la Ciudad de la Concepción aparece aquí con monstruoso rostro humano en un vientre de ave, como los demonios medievales, expresión rotunda del instinto y lo inconsciente. Pero este es un rostro de mujer: se trata entonces de esfinges, hechiceras, machis y sirenas. La Diosa, hermosa y terrible, la vida y la muerte, virgen, madre y anciana bruja. Esta es la Concepción de la Virgen y Diosa del Mar y la Tierra, la Estrella de Chile, Wüñelfe, Portadora del Alba, Lucifer, Lucero de la Mañana y de la Tarde, Venus. Ojitos de lucero, a veces con juntas horrendas como Marte o como Mercurio. En una ribera del río Bíobio, brilla la Cruz del Sur sobre un árbol invernal inundado, en cuya copa el Buque de Arte, el Caleuche, ancla en buen puerto, como en nido de aves. Buen recuerdo y un saludo a la Ruda, amarga y amiga hierba protectora. Salud a los que pasan.


TRES CUECAS HERMÉTICAS. 13 Mayo 2017.

Presento aquí tres pequeños textos que, con tanta libertad como respeto, me permití llamar cuecas. Sólo en razón de una estructura métrica que la erudición académica dedujo del análisis histórico del género, canciones populares medievales y renacentistas que recorrieron América de la mano de la laúd y de la espada, herederas quizás de la vieja Roma y aún de la dorada Grecia, y que el pueblo hispanoamericano aquilató con arte  en el uso de una tradición genuina. No gocé del don de recibir la ciencia del oficio por directo linaje ni los talentos mínimos necesarios para su cultivo. Sí heredé una cierta sensibilidad para el goce de su sencillo y profundo encanto. La cueca me expresa y me inspira: sólo logro emular su armonía, con toda la gravedad fatal que mi horrendo espíritu puede, como pie forzado para dar cuerpo a mi delirio lírico. Sepan disculparme y aceptarlo como homenaje  esos maestros secretos del sagrado arte del canto y del verso, los señores de la cueca, dueños del divino don de la improvisación, de la voz del pueblo y del baile de la tierra, los poetas y cantores del Caleuche y de la Ciudad de los Césares, guardianes de un tesoro inagotable de sabiduría y de belleza que en esta asolada tierra, aún impoluta en nuestros pechos, goza para siempre de un inviolable santuario. Para la Nata, con amor sincero.

CUECA DE LA LLAVE
De mi corazón la llave / dices tú que no la tienes,/ digo yo que bien tú sabes/ que en tu mano la sostienes.
Nunca pierdas la llave/ que abre mi pecho:/ guarda un viejo tesoro/ de gran provecho.
De gran provecho, rucia/ pues ya conoces/ las riquezas que tu alma/ también esconde.
Dos corazones abre/ la misma llave.

CUECA DE LA SANGRE
Un poema me escribiste/ como nadie lo escribiera / con versos, besos y sangre/ que brotaron de tus venas.
Te respondo cantando/ pero en silencio/ con cuecas que se bailan/ como un misterio
Como un misterio, Nata/ ígneo secreto/ tinta roja que quema/ cielos e infiernos.
Si tu sangre me inspira/ bebe la mía.

CUECA DEL SUEÑO
Si un augurio fue mi sueño/ donde tú y yo nos amamos/ sólo un sueño fue el futuro/ donde antes naufragamos.
En los mares del tiempo/ navega el alma/ por siglos de tormentas/ buscando calma.
Buscando calma, amiga/ sobre las aguas/ el sueño es un velero/ que no naufraga.
Nunca se hunden amores/ de soñadores.



Emblemata Amatoria. Pieter Corneliszoon Hooft. Países Bajos.1618.

Versos y Prosas para La Concepción del Otro Extremo. 9 Mayo 2017.

Al menos nueve personalidades han sido constatadas por mi conciencia y memoria en mi investigación empírica del inconsciente, de los límites de la conciencia, y por tanto, de la disociación voluntaria de mi propia personalidad, con fines de auto conocimiento y auto desarrollo de mi ser en su totalidad y de aquello que convengo con el Profesor Jung en llamar el Selbst o Sí-Mismo, la divinidad interna, la luz en el abismo y el misterio humano, a veces bajo la influencia de drogas psicotrópicas, a veces en estados alterados de conciencia auto inducidos por medios no externos, aunque comprendo que cueste creerlo pues no he escatimado peligros y absurdas temeridades en la vía de mi curiosidad infinita y de mi genuino deseo de profunda libertad. Así tras no pocos años de incesante naufragio logramos hoy encontrar un medio para que estas instancias o espíritus se expresen a través de nosotros en un solo espacio compartido fraternalmente. El lector apreciará las diversas y peculiares voces que sucesiva y espontáneamente encaran el discurso, tramando un relato siempre en proceso.
Retratemos nuevamente el arquetipo y describamos la trama del mito: la fábula de los Evangelios donde un hombre poseso por espíritus furiosos, daimones, es compelido por el exorcismo del Cristo a revelar su nombre: somos Legión, responden, 120 guerreros, una multitud, un panteón, un coro dionisíaco. Cristo los arroja dentro de una piara de cerdos, animales sagrados para las diosas e inmundos para los judíos. Los cerdos se precipitan en un lago, sacrificándose ritualmente en las aguas del inconsciente. Esos demonios son viejos dioses y diosas, sucios como cerdos, inteligentes y fuertes como ellos. Y desde las profundidades de las lagunas hablan los no muertos.
EPIFANÍA RECURRENTE TRAS CERRAR EL AFTER. MADRUGADA DESPUÉS DE LA TORMENTA. DOMINGO 7 DE MAYO AÑO 2017 EC, 466 AB URBE CONDITA. CRUCE DE LA LÍNEA FÉRREA, ESQUINA DE CALLES VICUÑA MACKENNA Y RENGO, BARRIO ENTRE LAS LAGUNAS, CIUDAD DE LA CONCEPCIÓN DEL OTRO EXTREMO, WALLMAPU, REYNO DE CHILE Y TRAPALANDA.
El soneto spenceriano, inglés o shakespereano, consta de tres cuartetas y un pareado final, variación de las tres cuartetas y dos tercetas para los clásicos 14 versos endecasílabos de arte mayor del soneto italiano y español. Antigua estrofa sublime entre todas, que Dante y Petrarca tallaran, que Quevedo y Cervantes pulieron y que Shakespeare, Baudelaire y Rilke sublimaran . Fue ampliamente cultivado, el inglés y el español, y en ambas lenguas, con y sin rima, por mi admirado Borges, sin duda, por la extraordinaria capacidad narrativa y dramática de esta estrofa lírica de estructura matemática. Mi aborrecido Neruda, en sus entrañables Cien Sonetos de Amor, les negó también la rima pero confirmando para nosotros la música natural del castellano-“En los bosques, perdido, corté una rama oscura...”-, lengua que leemos y escribimos con feliz propiedad y que en dialecto hablamos con ganas y cuya innata poesía ancestral cultivan los poetas del pueblo chileno y latinoamericano aún hoy con tanto gusto como gracia en sus cantos y versos de arte menor, a lo humano y a lo divino, por historia o por travesura, con tradición y novedad. El soneto, sin embargo, es un medio tradicional para la poesía culta, es decir, un arte cuyas cumbres han sido alcanzadas hace mucho tiempo ya por los vates supremos de todas las lenguas. No hay espacio aquí para vanas pretensiones de perfección, originalidad ni genio, sólo un útil y estricto ejercicio de aprendizaje poético. Sólo intentar recrear con modesto arte y corazón honesto ese verso inaudible que el viento y las musas susurran en nuestros oídos. A todos, a cada uno, siempre el mismo, para todos diferente. Para mí y para ti, aquí y ahora, en este lugar y tiempo, que a la vez es todos las ciudades y todas las edades, jamás nunca y para siempre.

SONETO EL PRIMERO:
A medianoche la tormenta azota/ Concepción con lanzas de agua y de viento/ Pero al alba los dioses tras la fiesta/ La miran con amor y la iluminan.
Y esa luz, aunque es tiempo, lo detiene/ Y la Edad Dorada brilla un segundo/ Eterna, en los árboles y calles/ De esta capital de perdidos Reynos.
Aquí donde el Águila consagrara/ Con sangre, al Lucero, Estrella Doble/Más alta que la Cruz y que el Canelo/ Como Diosa del Mar y de la Tierra.
Aquí brilla aún esa ardiente Estrella/ En cada corazón y en cada charco.


SONETO EL SEGUNDO:
Intrincado y preciso fue el diseño/ que los dioses trazaron, el destino/ que el tiempo y el espacio me impusieron/ pero que yo seguí como camino.
Ciegos corremos por el laberinto/ de una esfera eterna buscando el centro/ siguiendo la luz que va destruyendo/ al tiempo, a dios y a nosotros mismos.
Y a veces, en el crepúsculo cuando/ luces y sombras, el día y la noche / forman una estrella sobre el infierno
Los ríos en la tierra van cantando/ la muerte de los hombres, sus amores:/ esa estrella en el cielo de sus cuerpos.

SONETO EL TERCERO
En un viejo grabado hay una nube/ de donde surge una mano pulsando/ un tenso arco con aguda flecha/ apuntando por siempre a mi cabeza
Un lienzo intrincado como serpientes/ dicta la clave oculta de la trova/ la oscura sentencia del emblema/ la fórmula que descifra el enigma
Dios ignoto, númen incognosible/ la fatalidad, el tiempo, la luna/ Saturno, Diana, Mercurio y el Diablo
La flecha de nuestro fatal destino/ hace milenios ya fue arrojada:/ sólo la punta aún sabe a dónde viaja.

CÓCTEL ALQUÍMICO. BARRA DEL CALEUCHE. EL NAVEGAO DE’ORO.
En olla vieja y machucada vierta medio litro del tinto más malo de Chile o del más bueno. Conságrelo según los ritos de su fe o las ocurrencias de su inspiración. Recuerda que en cualquier caso, el vino es una droga antiquísima y la sangre misma de Dionisos o de Cristo. Agregue especias a gusto, canela, clavo de olor, jengibre, sólo para dar sentido y sabor a la historia del hombre, y ponga la olla a fuego alegre pero sereno. Agregue con generosidad miel de pradera o bosque nativo, de preferencia no muy aguada, y revuelva con dedicación hasta que el vino y la miel se abracen con la más dulce de las fuerzas. El primerísimo primer punto previo a la ebullición es la señal para retirar el recipiente del noble fuego y taparlo durante un breve momento de oración para que el águila que vuela no se aleje sino que vuelva a descender sobre su nido en forma de rocío bendecido por el cielo. Servir el Sagrado Grial en cáliz de oro o plata de viejos templos consagrados con huesos y reliquias, o en humilde y honorable potrillo de mosto pipeño y bigoteao de quintas de recreo. Beber a fruición mientras se mantiene tibio y disfrutar la memoria de la ambrosía divina que recorre nuestra sangre. Perder la razón con deleite, encontrar el corazón propio o ajeno en el fondo del océano insondable y navegar por siglos cantando bajo las aguas. Beber agua abundante antes del inevitable y fatal sueño.